"Los que esperan en el señor...levantarán alas como las águilas.." Isaías 40:31

Propuestas para un nuevo año

2024 viene lleno de oportunidades envueltas en dificultades y necesitamos prepararnos para afrontar éstas y descubrir aquellas.

Yo te invito a acercarte una vez más a la vida del rey David quien, siendo ya un hombre cargado de años y experiencias, supo depender de Dios para afrontar los muchos retos que se le presentaron.

Cuando se encontraba ya en los últimos años de su reinado, David escribió el Salmo 72, conocido como el “Salmo de un anciano”:

En ti, oh Jehová, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás”. Oremos como lo hizo David y aprendamos a descansar en Dios, como un niño en el regazo de su papá.

“Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente”.  Vayamos a Él como las olas van de continuo hacia la roca, porque  Dios es nuestra roca y fortaleza.

“Mas yo esperaré siempre, y te alabaré más y más”. En medio de nuestras dificultades, levantémonos con fe y esperanza.  Tomemos la poderosa decisión de continuar esperando a Dios y alabándole en todas las circunstancias, INCLUSO EN LOS DÍAS MÁS OSCUROS. ¡¡Vivamos con alabanza y esperemos hasta el final!!

“Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas” Sigamos aprendiendo del Maestro. No importa la edad, siempre es el momento adecuado para recibir Sus enseñanzas y la mejor manera de afianzarlas es poniéndolas en práctica y comunicándoselas a otros. ¡¡Quiera Dios que tanto tú como yo podamos afirmar estas palabras cuando lleguemos al fin de nuestra carrera!!

Aún en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad.  Los más maduros recordemos que tenemos una deuda con los jóvenes de dejarles un legado de buen ejemplo y enseñanza. No somos conscientes de ello, pero marcamos el camino a los que vienen detrás. ¡¡Vivamos de tal manera que los que nos siguen quieran ser como nosotros!!

“Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban”. Si hay una melodía de gratitud en nuestros corazones, recibiremos la fuerza para resistir en los momentos más difíciles, hasta ver que Dios ha derrotado a todos nuestros enemigos. ¡¡Ésta es la verdadera victoria de aquellos que han permanecido esperando en Dios y esperando a Dios!!

Carmen Aparicio

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