¿Por qué Jesús tuvo que morir?

Porque Él mismo se ofreció a entregar Su vida hasta la muerte para que tú y yo hoy pudiéramos estar cerca de Dios.

Ya sé que vivimos en una sociedad que no quiere oír la palabra “pecado” pero lo que verdaderamente importa no es lo que piense el infractor de la ley sino el que tiene autoridad para dictarla y hacerla cumplir. Ese es Dios Padre y nosotros somos Sus criaturas. El universo que Él ha creado se mueve y sostiene de acuerdo a unas leyes de amor, justicia, santidad, fidelidad,… que reflejan lo que Dios mismo es y nadie puede quebrarlas sin tener consecuencias.

Pues bien, la ley de Dios dice que la paga del pecado, que es la infracción de la ley, es la muerte. Debido a Su santidad, justicia y fidelidad, nuestra desobediencia a los preceptos divinos merecía la muerte. Pero Dios es esencialmente amor y ha buscado una solución para que los seres humanos podamos de nuevo estar a su lado en comunión y comunicación con Él.

Cuando fueron creados, el hombre y la mujer vivían en un jardín que Dios les había  preparado especialmente y, al caer la tarde, Él mismo se paseaba con ellos disfrutando de estar juntos. Quien más sufrió el día que el hombre y la mujer tuvieron que salir de aquel jardín fue el Creador. Sus sueños, ilusiones y esperanzas se habían roto en un instante; pero no se conformó al fracaso. De hecho, Él había corrido ese riesgo al darnos la capacidad de elegir por nosotros mismos.

Lo importante  es que la historia no terminó ahí. Dios mismo ofreció la solución entregando lo que más amaba: Su Único Hijo. El ángel se lo dijo a los pastores que estaban en los campos de Belén: “Os ha nacido un Salvador que es CRISTO el Señor”.

Te ofrecemos un ejemplar de la Biblia para que conozcas esta historia de amor.

Carmen Aparicio