Vivimos en la era de las comunicaciones. Los avances tecnológicos nos permiten conectarnos con la gente en cualquier momento y lugar, gratuitamente. Esto viene de Dios, estaba en Su agenda. Es un Ser comunicativo, no está aislado ahí arriba, deseando que nadie le moleste. ¡¡TODO LO CONTRARIO!! Jesús dijo a Sus discípulos que tenía muchas cosas que contarles y, como ellos no las podían comprender y sobrellevar, les envió Su Espíritu para que todos pudiéramos ser llevados a toda la Verdad.
Es el Dios de las comunicaciones, el Verbo, la Palabra personificada, y tanto quiso comunicarse que dejó Su mundo perfecto y sublime para venir a nosotros. Conozcamos la Verdad, porque nos hace libres. El mundo necesita conocerla. Somos Sus vías de comunicación.
“¡La voz de mi amado suena ya!” (Ct.2:8). Viene, saltando los obstáculos que me separan de Él y las dificultades que quieren frenarme y atraparme. Ha resucitado y tiene un mensaje de victoria. Sólo Él tiene las soluciones y respuestas. Conozcamos Su verdad, para comunicárla a otros.
¿CUÁL ES ESE MENSAJE?
Hay 4 verdades que debemos hacer nuestras para no ir por la vida a “medio gas”, por debajo de nuestro potencial, como pordioseros, siendo príncipes o cenicientas, siendo princesas, por haber creído las mentiras del diablo, que nos impiden alcanzar nuestro destino.
1.- Dios es bueno: nos ama profunda, completa e incondicionalmente. Todo lo malo viene del infierno. “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jer.31:3). No recibimos el castigo que merecíamos. ¡¡ES HORA DE QUE LE CREAMOS!!
2.- Todo fue pagado en la cruz: TODO es TODO. Por fe tomamos para nosotros una vida abundante: de salud, prosperidad, gozo, amor y libertad. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro. 8:32). Nada viene por lo que hacemos, Cristo ya lo hizo todo. ¡Disfrutemos el regalo!
3.- Todo es posible con Dios de nuestro lado: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13). Son palabras del apóstol Pablo, escritas desde la cárcel: “He aprendido que para todo tengo fuerzas en Aquel que me da el poder. Su poder ha estado presente todo el tiempo de aprendizaje duro (2ª Co.11:23-28). SÓLO HACE FALTA CREER.
4.- Soy una persona valiosa e importante para Dios: Lo sabe todo de mí y no me ha rechazado por ello, ¡todo lo contrario! Soy especial para Él; en Su mesa, hay un lugar que lleva mi nombre. No tengo que ganarme esa posición ni competir, ni compararme. Sus ojos están sobre mí, a pesar de la multitud. Sabe lo que necesito.
Me trajo hasta aquí porque me ama. Tengo un lugar en Su reino, soy parte de Su familia, conoce mi nombre.
Carmen Aparicio
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