
«Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará; Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían.» Salmos 44:6-7 RVR1960
Nuestras fuerzas son necesarias para llevar a cabo la labor en nuestra vida cotidiana tanto en la esfera natural como en la espiritual, pero eso no quiere decir que sólo confiemos en nuestras fuerzas.
Esta actitud nos puede llevar a la autosuficiencia y al orgullo de haber sido nosotros los únicos protagonistas, dejando a Dios de lado.
Cuenta con Él para todo.
Que Dios os bendiga.