¿Te has dado cuenta de que los gobernantes de la mayoría de los países están minando nuestros valores judeo-cristianos: la vida, el matrimonio, la familia, la libertad, la propiedad privada, la fe,…? Algunos ya dicen sin tapujos que quieren establecer un “nuevo orden mundial”. Si es “nuevo”, es porque lo que había anteriormente ya no les vale.
Hubo un tiempo en el pueblo de Israel cuando su gobernante también estaba destruyendo los fundamentos de justicia y de verdad. Saúl era un hombre sin escrúpulos, tampoco valoraba lo que Dios había puesto como base y fundamento en el país que él dirigía. Saúl sabía que David sí tenía un corazón fiel a Dios y que por ello gozaba de Su favor. Esto despertó la envidia de Saúl y perseguía a David para matarle. Los amigos de David le aconsejaron que huyera para poner su vida a salvo, pero él estaba decidido a confiar en Dios, pasase lo que pasase. No tenía intención de evadir la buena batalla de la fe.
También hoy en día parece que el mundo está bajo el control de los malvados. El diablo quiere destruir los fundamentos de nuestra sociedad para formar nuevas generaciones que no conozcan a Dios. Ahora nos toca el turno a nosotros para decidir si nos vamos a esconder, si vamos a salir huyendo o si vamos a hacer frente a lo que se nos viene encima.
Mientras tanto, ¿qué está haciendo Dios? Dice el salmista que “El Señor está en su santo templo”, el cual es Su Iglesia. Dios mantiene Su autoridad y está en comunión con Sus hijos. Él no sólo ve lo que hacen los hombres, también conoce sus motivaciones y “sobre los malos hará llover calamidades… Porque el Señor es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro”.
¡¡Ánimo Iglesia, no te rindas, pelea la buena batalla de la fe y defiende los principios y valores del reino de Dios, porque Él sigue sentado en Su trono!!
Carmen Aparicio
(El texto al que hacemos referencia se encuentra en el Salmo 11. Si no tienes un ejemplar de la Biblia, ponte en contacto con nosotros y te regalaremos una)
