Como la iglesia no había cumplido la gran comisión de ir por todo el mundo, Dios tuvo que levantar a un perseguidor y a un mártir. Este primer martirio marcó la gran grieta entre Judaísmo y Cristianismo y la joven fe pasó a ser un movimiento misionero:
” Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles” Hechos 8:1 RVR1960
!!Seamos colaboradores de Dios, cumpliendo Sus propósitos, y extendamos Su Reino en nuestros días!!
Feliz semana, bendiciones!!
Carmen Aparicio