Jesús estaba diciendo a los que querían seguirle:
“Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza“ Lucas 9:58 – RVR1960
Para Él no hubo lugar en el mesón. Judea le rechazó, los galileos le abandonaban, los de Gadara le pidieron que se marchase de Sus entornos, Samaria se negó a alojarle. Su pueblo dijo: crucifícale y, finalmente, hasta el cielo le desamparó.
¡Hay gloriosos premios para los seguidores, pero sólo el camino de la cruz nos lleva a casa!
Que Dios os bendiga!
Carmen Aparicio