Veamos el primer himno del Nuevo Testamento:
” y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre“ Lucas 1:42 – RVR1960
La vida de un creyente lleno del Espíritu se distingue porque bendice a los demás. Vemos que el primer resultado de la llenura en Elisabet fue bendición.
La gente hoy está muy necesitada de este don de Dios. ¡Utiliza hoy lo que Dios te ha dado para ayudar a otros!!
Bendiciones,
Carmen Aparicio