Éstas son las últimas palabras de Jesús a Sus discípulos, que expresaban el máximo deseo de Su corazón:
“ Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” Juan 14:16-17 – RVR1960
Jesús sabía que cada uno de nosotros iba a llevar a otros hacia Él y que el deseo del padre de tener muchos hijos semejantes a Jesús se iba a cumplir a través de nosotros.
¡Ahora, lo que falta es que nos esforcemos en mantener y reflejar esa unidad para que la gente se sienta atraída a la familia de Dios!
Bendiciones, Carmen Aparicio