"Los que esperan en el señor...levantarán alas como las águilas.." Isaías 40:31

ARTÍCULO DE LA SEMANA

Cientos de universitarios dialogan sobre Dios en 9 ciudades españolas

 

“Interroga a un cristiano” en las facultades, charlas-debate en bares y muchas conversaciones sobre fe cristiana en las Jornadas Universitarias impulsadas por grupos de GBU en los campus.

En los últimos meses, los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU) ha organizado una serie de Jornadas Universitarias “#ReThink” en nueve ciudades: A Coruña, Barcelona, Granada, Sevilla, Ciudad Real, Murcia, Valencia, Madrid y Tenerife. El objetivo de los estudiantes en estas ciudades era compartir su fe con sus compañeros. Lidia Marín, estudiante de periodismo e integrante de GBU Sevilla, nos cuenta cómo han sido.

Hace poco oí decir a una estudiante que no somos quien para ponerle límites a Dios. Y creo que, darnos cuenta de que su poder está muy por encima del nuestro. Que sus expectativas no son las nuestras, es la mayor lección que hemos podido aprender durante las jornadas universitarias que se han vivido en varios campus españoles. Ser conscientes de que, a pesar del trabajo de cientos de alumnos, asesores y doulos (graduados voluntarios que apoyan a los grupos) que han trabajado codo con codo, nada de lo vivido habría sido posible si Dios no hubiera estado moviendo los hilos, tejiendo un plan mucho más grande que nosotros mismos.

Han sido nueve ciudades las que se han unido al reto de presentar el evangelio a la Universidad. Cuando Jesús dijo a sus discípulos que llevaran sus buenas noticias hasta lo último de la tierra, también se refería al lugar en el que te encuentras en este momento. Y son muchos los estudiantes que pueden tener, y que tienen un gran impacto en el lugar donde pasan más horas. Allí donde estés, habla de la esperanza que hay en ti. Con las jornadas, también se ofrecen las razones de la esperanza que hay en cada uno de nosotros.

Estas semanas de actividades de los grupos de GBU no solo son un espacio en el que estudiantes cristianos hacen un monólogo sobre quién es Dios, lo que Jesús hizo y cuánto lo necesitas. Las jornadas son un espacio en el que se quiere y se debe generar debate. Se buscan conversaciones interesantes, preguntas que nos dejen con la boca abierta. Queremos llegar a lo más profundo, tener el derecho de hablar de la Verdad.

Para ello, hemos llevado a cabo varias actividades evangelísticas entre las que destaca el “Interroga a un cristiano”. El nombre llama la atención, y destaca porque es la iniciativa que más ‘miedo’ da. Y da miedo, porque consiste en que varios estudiantes cristianos, se coloquen al frente, preparándose previamente, y se dispongan para que cualquiera que se atreva les hagas preguntas sobre esa fe que profesan, ese Dios en el que creen, y ese historia de cristianismo que a menudo ha creado disgustos.

Como estudiante que he participado y he estado de público en estos “Interrogas”, he de decir que puede que estés atemorizada, pero también tienes la confianza de que es Dios quien pone las palabras en tu boca.

Aunque, sin duda, la actividad que realmente impacta, de forma general en todas las ciudades, son las charlas-debate que se realizan cada noche mientras duran las jornadas. Son coloquios en las que se presenta la salvación, pero a pesar de que es el objetivo, la forma en que se hace es responder a cuestiones que todos tenemos, como la “hipocresía de la iglesia”, o incluso la supuesta “excusa de la resurrección” para montar una religión. No se desarrollan en cualquier lugar, se buscan espacios cercanos, como cafeterías, con el fin de crear un ambiente más cómodo y relajado en el que puedan surgir conversaciones, preguntas e incluso buenas amistades.

Gracias a esto, muchas personas jóvenes han, no solo oído quien es Jesús y lo que hizo, sino tenido la posibilidad de hablar, debatir, cuestionar, y repensar muchas ideas que todos damos por sentado. En Granada, unas cincuenta personas no cristianas acudieron a las charlas en los cuatro días. En Sevilla, un estudiante que nos había descubierto gracias al stand, vino a dos de las tres noches y ¡hasta tomó apuntes!

Ni el interroga ni las charlas nocturnas tendrían mucho público si no fuera por los stands en el campus. En todas las universidades había un espacio en las que se daba información de las jornadas, acompañado de un café y algo dulce para comer.

Además, en ciudades como Barcelona, se regalaban libros y material para todo aquel que lo quisiera, así como Uncovers y flyers. A veces, se veían saturados por la cantidad de personas que venían a por una galleta, o mejor aún, a preguntar de qué se trataba todo eso. También en la mayoría de las ciudades, una gran pancarta te retaba a preguntarle a Dios aquello que siempre habrías querido saber, y después, algunas de esas preguntas se respondían en los “Interroga”.

Como bien saben los estudiantes de A Coruña, nada de esto habría sido posible sin la oración. Dios les fue concediendo cada una de las cosas que pidieron, y, además, de forma muy clara. Estudiantes allí afirman que “Dios suplió cada una de nuestras debilidades, cada uno de nuestros problemas, y nos suplió de manera increíble”.

Si bien Dios es un Dios de milagros, también hemos visto el esfuerzo de muchos alumnos que han sacado dinero de su propio bolsillo para poder financiar las jornadas en sus ciudades. Además, varias iglesias en cada ciudad también han puesto de su parte. En Murcia, al menos siete sabían qué es lo que se estaba cociendo en la Universidad, y varias colaboraron en oración y apoyo económico.

Las jornadas son un proceso de preparación primero, y de servicio después. En Sevilla, ciudad en la que temíamos la poca participación de los estudiantes, nos llevamos una sorpresa increíble cuando vimos como diariamente, muchos alumnos dedicaban su tiempo para hacer que las cosas funcionaran.

Ha sido, y es impresionante, ver como Dios nos usa, moldea y nos prepara para tener la visión necesaria y llevar a cabo la misión que nos encomendó.

Al terminar las jornadas en estas ciudades, más de treinta personas quieren empezar a leer la Biblia, más de cien personas conocen, al menos, que existe una esperanza para sus vidas.

Más de 500 personas, solo en Ciudad Real y Sevilla, pasaron por los stands y pudieron encontrar una respuesta para sus preguntas y ver que hay estudiantes jóvenes, dispuestos a hablar de Dios con total naturalidad.

Las jornadas han servido para que nos demos cuenta de que la Biblia tiene mucho que decir a nuestra cultura hoy día, y ha motivado a los estudiantes a seguir aprendiendo y enamorándose más del Dios que lo hace todo posible.(Lidia Marín, estudiante de periodismo e integrante de GBU en Sevilla.)

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