” Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co.4:17).
Sigamos esta semana aprendiendo del ejemplo que el apóstol Pablo nos ha dejado en sus escritos:
Pablo vio sus problemas como algo que obraba a su favor. Lo importante es la actitud con que los afrontemos y saber reconocer a Dios en los problemas. ¡¡Una actitud de fe y paciencia en medio de la tormenta es como la vela de un barco, que aprovecha los vientos para avanzar hacia su destino!!
Carmen Aparicio