"Los que esperan en el señor...levantarán alas como las águilas.." Isaías 40:31

ARTÍCULO DE LA SEMANA

EL PERSONAJE FEMENINO DEL PESEBRE

Ya sabemos que la figura central en la escena del pesebre es ese bebé acostado entre las pajas, pero no debemos olvidarnos de su madre María. Dios contó con ella. La escogió y solicitó su obediencia voluntaria para concebir, llevar en su vientre, dar a luz y criar al Hijo de Dios encarnado.

Ninguna de nosotras podrá jamás experimentar esa presencia literal y física de Dios en el interior de su cuerpo. No obstante, María sigue trayéndonos un mensaje a todos los creyentes de to
das las épocas: Dios quiere salir a nuestro encuentro y hacerse manifiesto en nuestras vidas cotidianas.

Mientras los líderes religiosos de aquel tiempo esperaban, oraban y estudiaban anticipando la venida del Mesías en toda Su gloria, Jesús vino para ser envuelto en pañales y acostado en un pesebre por una madre inexperta y humilde.

Cuando llegó el momento del nacimiento, Dios decidió no anunciar el evento a los intelectuales, ni a los ricos ni a los famosos sino a unos trabajadores nómadas del más bajo nivel social. Estos hombres no reunían en sí mismos ningún requisito especial para merecer este honor pero la verdad es que ellos supieron reconocer en seguida la importancia y la magnitud del mensaje de los ángeles. Se movieron rápidamente y sin dudar al lugar indicado. Así podemos comprobar una vez más que Dios no se equivocó eligiéndoles a ellos, pues cumplieron su función con toda diligencia.

La aparición de los pastores en la escena del pesebre fue tan especial e inesperada que María guardó este recuerdo en su corazón. Estos hombres de campo, duros y rudos, estaban adorando a su bebé y le traían lo mejor que tenían.

Ciertamente la vida de esta joven judía había dejado de ser simple y ordinaria desde el mismo instante en que el ángel se le había aparecido primeramente a ella. Todas estas circunstancias tan especiales que rodearon el nacimiento de su primer hijo contribuyeron sin duda a preparar a María para una vida llena de sorpresas y acontecimientos inesperados.

Aprendamos de ella, que estuvo dispuesta a aceptar con agrado su papel y a participar en todo lo que Dios tenía preparado para su vida, sin importar el costo. En este siglo XXI, Dios sigue buscando mujeres sencillas pero valientes y dispuestas como María de Nazaret.

Carmen Aparicio

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.