AMOR EN TODAS LAS ÉPOCAS

En cierta ocasión, un pastor guineano afirmó con sencillez que su cultura era inferior a la nuestra. Yo rápidamente le respondí que sus hermanos y hermanas españoles tenemos mucho que aprender de su raza y su cultura.

Por su situación geográfica, Guinea Ecuatorial tiene un clima con temperaturas cálidas durante todo el año. Esto les permite llevar una vida de puertas hacia fuera y, como consecuencia, su carácter suele ser abierto, dando importancia a las relaciones interpersonales.

En aquel país, he encontrado hombres y mujeres, niños y niñas abiertos al diálogo, dispuestos a sonreír y a saludar aún a los desconocidos. Nuestros hermanos de Guinea manifiestan siempre una inmensa alegría cuando reciben a sus visitas.

Durante el primer viaje que hice a aquel país, quedé muy impresionada al ver cómo habían adornado las iglesias con motivo de nuestra llegada. Las mujeres van al bosque y buscan flores y hojas vistosas con las cuales preparan adornos haciendo arcos y cadenetas con mucho colorido. En una ocasión, incluso habían colocado espumillón y bolas de Navidad. Era el mes de Octubre, pero allí habían escogido lo más vistoso y elegante para decorar. Al colocar estos adornos, expresan la alegría de sus corazones por nuestra visita y manifiestan el amor hacia los extranjeros que vienen a visitarles.

La sensación de ser recibida así es tan agradable y el momento tan precioso que no puedo menos que comparar su cultura con la nuestra. Aquí celebramos la Navidad organizando fiestas y comidas familiares. Adornamos nuestras casas con ilusión para celebrar fechas tan señaladas, pero el resto del año parece que nos cuesta organizar comidas familiares y encuentros entre amigos.

Allí he sido obsequiada con los regalos más diversos y originales, tales como un huevo, una calabaza, una porción de algún guiso típico, dos tubérculos, cestas de mimbre hechas por las mismas hermanas y hasta un vestido. Todos ellos han sido muy especiales para mí, han bañado mi corazón con un amor dulce y generoso.

En Guinea, cualquier estación del año y cualquier fecha es adecuada para celebrar por todo lo alto el amor de Dios, aunque no sea Navidad.

Carmen Aparicio