¿Me ama Dios aún si no creo en Él?

Por supuestísimo!! Dios ama a todas Sus criaturas. No lo puede evitar: Su esencia, Su carácter, es el amor, Su razón de ser es el amor. Todo lo que hace está siempre motivado por el amor. Por amor creó este mundo y a los seres que en él vivimos. Incluso cuando castiga a Sus criaturas o las juzga, lo sigue haciendo por y con amor. Nos ama a todos sin excepción. No podemos hacer nada que impida que nos ame. Ni siquiera la lista de pecados, errores, imperfecciones y deficiencias que podamos acumular en nuestra vida.

Quien piense que Dios no le ama, es porque no le conoce y también porque cree una mentira. El amor de Dios es incondicional. No hay un amor tan incondicional, paciente, sufrido, generoso, bondadoso, perdonador, fuerte, fiel, puro y poderoso como el Suyo!!

Él sufre cuando no creemos en Su Palabra, ni en Sus obras. Lo lamenta y se entristece porque sabe muy bien que seríamos mucho más felices, seguros y completos si pudiéramos disfrutar de Su amor y de todo lo que Él y sólo Él tiene para darnos.

Te lo dice una persona que ha experimentado el amor de Dios por muchos años. El Señor nunca me ha fallado, siempre me ha cuidado y defendido. Es mi mejor Amigo, mi Maestro, mi Padre, mi Amado fiel,… podría seguir definiendo Su amor por mí con muchos otros apelativos porque lo he experimentado en muchas ocasiones y de muchas maneras diferentes.

La Biblia dice que el amor de Dios “es más dulce que la miel”, “más profundo que el mar”, “fuerte como la muerte”, “las muchas aguas no lo pueden apagar, ni los ríos lo pueden ahogar”. Nos rodea, nos envuelve, nos atrae, nos persigue. El salmista lo dice de una forma muy clara: “Esto sé, que Dios está por mí”.

 Carmen Aparicio

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